Ser positivo puede parecer el método perfecto para que todo vaya siempre bien pero se puede convertir en un arma de doble filo cuando te desconecta de la realidad.
Los estudios realizados en pacientes oncológicos que desarrollan este exceso de optimismo del tipo “todo va a salir bien” “puedo con todo” nos hablan de incluso abandono del tratamiento y una menor información de efectos secundarios y complicaciones durante la enfermedad.
Ese “todo va a salir bien” se puede convertir en un problema cuando te hace negar la realidad haciéndote sobreestimar tus propias capacidades y control sobre lo que te sucede. Un optimismo realista es el compañero ideal, un exceso de optimismo no.
Te he hablado de pacientes oncológicos porque representan muy claramente los efectos negativos de este optimismo tóxico pero todos en la vida diaria tenemos experiencias de cómo esta mentalidad flower power puede complicarte la vida mucho la vida.
En el trabajo: enfrentar una tarea compleja sin ayuda o sin asesoramiento previo, solo contando con la propia motivación. Es el caso de emprendedores que deciden lanzarse con un proyecto sin tener estudios de mercado ni una completa información de los costes a los que se enfrenta haciendo grandes inversiones que mantienen un estándar de calidad alto pero que no son rentables a medio plazo y acaban dando al traste con el proyecto.
En los estudios, no ser realista con el tiempo y circunstancias personales matrículándose de asignaturas de más o preparándose para varios exámenes muy complicados pensando que todo saldrá bien si el empeño es suficiente. Tu conocerás muchos casos de este tipo, incluso quizás algún propio, verdad?
Optimismo si, siempre, pero optimismo realista, el de los pies en el suelo y los ojos en el cielo. Ese es el compañero ideal.
Coach Personal acreditado por ICF. Máster en Psicología Clínica y Recursos Humanos. Consulta Presencial y Online en Santa Cruz de Tenerife. Te acompaño en la búsqueda de tu Plan de Acción. Información de Contacto.