Comenzar a hacer Mindfulness en tu vida puede ser un poco complicado al principio. Y no tanto porque lo sea realmente sino quizá más bien por las expectativas que nos hemos creado (inmediatez de resultados, intensidad de la experiencia, etc…) y por los mitos que comparte con la Meditación en general (si no es sentado no vale, si no es x tiempo no sirve, etc…).
Siempre digo lo mismo respecto a esto. Simplifica.
Y una manera de simplificar es empezar por lo básico. Durante mi práctica me ayuda mucho prestar atención a tres cosas. Es lo que Shauna Shapiro llama el «Triángulo del Mindfulness«
Tres componentes: atención, intención y actitud.
Atención: La atención se refiere a la capacidad de enfocar conscientemente la mente en el momento presente, sin distracciones. Implica observar lo que está sucediendo en tu experiencia interna y externa con plena conciencia, sin juzgar ni reaccionar automáticamente.
Intención: La intención se refiere a la motivación detrás de tu práctica de mindfulness. ¿Por qué estás practicando mindfulness? ¿Cuál es tu objetivo? La intención es importante porque puede darle dirección y propósito a tu práctica. Puede ser la búsqueda de la paz interior, la reducción del estrés o el desarrollo de una mayor comprensión de ti mismo.
Actitud: La actitud se refiere a la forma en que te relacionas con tu experiencia en el momento presente. Implica cultivar una actitud de aceptación, amabilidad, paciencia y no juicio hacia ti mismo y hacia lo que experimentas durante la práctica del mindfulness. Esta actitud compasiva es esencial para permitirte explorar y aprender de tu experiencia sin autocrítica ni autoexigencia.
La atención te permite estar presente, la intención te da un propósito y la actitud compasiva te ayuda a relacionarte de una manera saludable con tu experiencia.
Coach Personal acreditado por ICF. Máster en Psicología Clínica y Recursos Humanos. Consulta Presencial y Online en Santa Cruz de Tenerife. Te acompaño en la búsqueda de tu Plan de Acción. Información de Contacto.
