Acabo de terminar de leer la versión manga de «Así habló Zaratustra» de Friedrich Nietzsche, una forma super interesante de acercarse a una de las obras más influyentes de la filosofía y la literatura del siglo XIX.
Dios ha muerto, el Superhombre, el eterno retorno. Conceptos que a todos nos suenan y que siguen abiertos a interpretación.
La muerte de Dios
Uno de los conceptos más conocidos de Nietzsche es la idea de la «muerte de Dios». Zaratustra proclama que Dios ha muerto y que los seres humanos deben enfrentar la responsabilidad de crear sus propios valores y significados en un mundo sin la guía divina.
¿No es Dios a veces una excusa para no tener que decidir qué quiero hacer? La filosofía existencialista, incluyendo las ideas de filósofos como Jean-Paul Sartre y Albert Camus, aborda precisamente este dilema. Sartre, por ejemplo, habla de la «condena de la libertad«, sugiriendo que la libertad conlleva la responsabilidad total de nuestras elecciones. Sin una autoridad externa que lo dicte, uno se enfrenta al desafío de construir su propio significado y propósito, lo cual puede ser tanto liberador como abrumador.
El «Dios ha muerto» se suele interpretar como una crítica a la religión. Y sí que lo es pero quizás a una religiosidad de «hacer sin pensar», de «esto es así porque siempre ha sido así». Me inclino a pensar que la muerte de Dios obliga a pasar de un estado de introyección (como un niño que adopta las creencias de sus padres sin cuestionarlas) a otro de identificación/integración (descubro que es bueno para mi). Y quizás al final del proceso encontrar una espiritualidad mucho mas depurada.
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