Recibiendo Sugerencias: Imagina que tu mente es como una oficina con un buzón de sugerencias. Cualquier persona (en este caso, cualquier pensamiento o sentimiento) puede dejarte un mensaje proponiendo cambios o comentándote cositas.
Estas sugerencias pueden ser útiles, irrelevantes, absurdas, o incluso destructivas. Las recibes constantemente a lo largo del día. Algunas de estas pueden ser constructivas («Recuerda pagar las facturas»), mientras que otras pueden ser autocríticas o inútiles («No eres lo suficientemente bueno»).
Revisión de las Sugerencias: La clave de esta metáfora es recordar que tú eres el gerente de la oficina, no el buzón mismo. Como gerente, tienes la opción de revisar estas sugerencias. Puedes considerarlas, pero no estás obligado a actuar como te indican
Elección Consciente: Algunas sugerencias serán valiosas y te guiarán hacia acciones positivas. Otras no serán útiles y pueden ser descartadas. La habilidad radica en aprender a reconocer qué sugerencias son dignas de atención y cuáles no lo son.
No Identificación con las Sugerencias: Esta metáfora ayuda a crear una distancia entre tú (el observador) y tus pensamientos/emociones (las sugerencias). En lugar de identificarte con cada pensamiento o sentirte abrumado por ellos, puedes verlos como objetos externos que puedes evaluar objetivamente.
Utilizar esta metáfora permite a las personas darse cuenta de que no tienen que ser esclavos de sus pensamientos y emociones. Proporciona una herramienta para separarse de los procesos mentales automáticos y tomar decisiones más conscientes y alineadas con los valores personales, en lugar de simplemente reaccionar a cada «sugerencia» que la mente ofrece.
Esta metáfora, utilizada en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), nos ofrece una herramienta poderosa para entender cómo interactuamos con nuestros pensamientos y cómo podemos gestionarlos de manera efectiva.
¿Qué tipos de ‘sugerencias’ recibo con más frecuencia en mi buzón mental? Reflexiona sobre los pensamientos recurrentes que tienes y cómo te afectan.
¿Cómo reacciono habitualmente a estas sugerencias? Piensa en si sueles actuar automáticamente según tus pensamientos o si los evalúas críticamente.
¿Qué pensamientos he estado aceptando sin cuestionar? Considera si has estado aceptando ciertos pensamientos negativos o limitantes simplemente porque están ahí.
¿Cómo puedo mejorar mi rol como ‘gerente’ de mi buzón mental? Reflexiona sobre formas en las que puedes ser más selectivo y consciente sobre los pensamientos a los que prestas atención.
¿Cuáles son los valores y objetivos que quiero que guíen la selección de mis pensamientos? Identifica tus valores fundamentales y cómo pueden ayudarte a elegir qué pensamientos fomentar.
Coach Personal acreditado por ICF. Máster en Psicología Clínica y Recursos Humanos. Consulta Presencial y Online en Santa Cruz de Tenerife. Te acompaño en la búsqueda de tu Plan de Acción. Información de Contacto.