El verdadero error, decía Confucio, no reside en cometer equivocaciones sino en no corregirlas pudiendo hacerlas. Sin embargo, a menudo recurrimos a mecanismos de defensa como la huida, la autojustificación, la racionalización o la proyección
El verdadero error, decía Confucio, no reside en cometer equivocaciones sino en no corregirlas pudiendo hacerlas. Sin embargo, a menudo recurrimos a mecanismos de defensa como la huida, la autojustificación, la racionalización o la proyección