En un mundo lleno de redes sociales, “likes” y opiniones de los demás, es fácil caer en el hábito de buscar aprobación externa para sentirnos valiosos. Pero esa dependencia puede alejarnos de lo que realmente somos. Cultivar la confianza en uno mismo es clave para vivir de manera auténtica y fiel a nuestros valores.
Por qué buscamos la validación externa
Desde pequeños, aprendemos que nuestra valía parece estar en las manos de los demás. Los elogios de los padres, las calificaciones de los profesores y la aceptación de los amigos refuerzan la idea de que necesitamos aprobación externa para sentirnos bien.
El psicólogo Nathaniel Branden, pionero en el estudio de la autoestima, explica que esta búsqueda constante puede derivar en un vacío interior. Branden argumenta que cuando basamos nuestra valía en la validación externa, sacrificamos nuestra autenticidad y creamos un “yo” que depende de lo que otros esperan de nosotros.
Las consecuencias de vivir para complacer a otros
Cuando basamos nuestra valía en lo que los demás piensan, corremos el riesgo de perder de vista lo que realmente importa para nosotros. La necesidad de aprobación puede llevarnos a renunciar a nuestra autenticidad. Nos volvemos una versión de nosotros mismos diseñada para agradar, olvidando nuestras propias necesidades y deseos.
Esta dependencia no solo genera inseguridad, sino que limita nuestra capacidad de tomar decisiones basadas en lo que realmente queremos.
Cómo empezar a confiar en ti mismo
Conéctate con tus valores
Pregúntate qué es realmente importante para ti. Tus valores son el ancla que te mantiene estable cuando las opiniones de los demás amenazan con desestabilizarte. Al respecto, Erich Fromm, en su libro El miedo a la libertad, sugiere que una vida auténtica se construye desde la responsabilidad de ser fiel a uno mismo, no desde la conformidad con las expectativas sociales.
Reconoce tus propios logros
No esperes que otros validen tus esfuerzos. Lleva un registro de tus progresos, por pequeños que sean, y permítete sentir orgullo por tus logros. Branden subraya que el acto de reconocer nuestras pequeñas victorias fortalece nuestra autoestima y fomenta una relación más sana con nosotros mismos.
Haz las paces con el juicio ajeno
Acepta que no puedes controlar lo que otros piensan de ti. Las opiniones reflejan más a quien las emite que a ti. Fromm destaca que aprender a vivir sin el constante deseo de aceptación externa es un signo de madurez emocional.
Practica la autocompasión
Sé amable contigo mismo, incluso cuando cometas errores. La autocompasión no es un signo de debilidad, sino una herramienta poderosa para el crecimiento personal. Es un recordatorio de que somos humanos y que aprender forma parte del proceso.
Da pequeños pasos fuera de tu zona de confort
Empieza a tomar decisiones sin consultar a otros. Incluso algo tan simple como elegir una película o planear un día libre sin pedir opiniones puede ayudarte a confiar más en tu criterio. Poco a poco, fortalecerás tu autonomía y aprenderás a priorizar tus propios deseos.
Reconecta contigo mismo
Buscar validación externa es una trampa en la que es fácil caer, pero con esfuerzo podemos desaprender este hábito y construir una confianza interna sólida. Reconecta con tus valores, aprende a celebrar tus propios logros y deja de lado el peso del juicio ajeno.
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