Lo normal es que tu mente, por sí sola y de una manera natural, te lleve al sufrimiento.
Se parece al sistema de diagnóstico de tu coche que te da un pitido cuando no llevas el cinturón puesto o te enciende una luz cuando el coche se va quedando sin gasolina.
De la misma manera, tu mente se centra en lo que puede salir mal, en lo que falta, en lo que necesitas mejorar o solucionar. Es su manera de mantenerte a salvo.
Así que quizás podrías parar en la primera gasolinera que encuentres y aprovechar para repostar y descansar un rato. Tu mente está haciendo bien su trabajo.
Haz tu el tuyo y conduce tu vida.

A través del coaching ontologico te acompaño a gestionar las crisis existenciales de la mediana edad para que puedas llevar la vida que realmente quieres sin tener que romper con tu vida actual ni hacer cambios drásticos. Más información.