Cuando la vida se complica, es fácil sentirse perdido o abrumado. En esos momentos, contar con un «ancla emocional» puede ser la diferencia entre hundirse en el caos o encontrar estabilidad. Pero, ¿qué es exactamente
Cuando la vida se complica, es fácil sentirse perdido o abrumado. En esos momentos, contar con un «ancla emocional» puede ser la diferencia entre hundirse en el caos o encontrar estabilidad. Pero, ¿qué es exactamente