En Los Viajes de Gulliver el barco en el que viaja naufraga después de una tormenta. Cuando Gulliver despierta está en la playa de Lilliput y ha sido atado por cientos de hombres diminutos.
No se puede mover y no entiende por qué, todas las cuerdas son minusculas y él enorme en comparación. Cada lilliputiense medía 15 cm dice el libro.
Pero son demasiadas cosas pequeñas, no puede moverse. Si el problema de Gulliver fuera grande, si estuviese atado por una cuerda enorme él lo vería claro. Pero son cientos y cientos de cuerdas pequeñas las que lo detienen.
No necesitamos tener grandes problemas para decir «aqui hay algo que no va bien». Muchas veces ni siquiera miras lo que nos ata porque son cosas tan pequeñas, que no les das importancia hasta que notas que no puedes moverte.
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