Todos vivimos en el mismo mundo, pero no todos lo experimentamos igual. ¿Por qué algunas personas ven oportunidades donde otras solo ven problemas? ¿Por qué reaccionamos de forma tan distinta ante una misma situación?
La respuesta, desde la mirada del coaching ontológico y la filosofía existencial, tiene que ver con cómo somos en el mundo. No solo lo que pensamos o hacemos, sino cómo habitamos la realidad.
¿Qué significa “ser en el mundo”?
Esta expresión viene de la fenomenología existencial, especialmente de Martin Heidegger, y se refiere a que el ser humano no es una entidad separada que observa la realidad desde fuera, sino que siempre está en relación con ella. No somos espectadores del mundo, sino participantes activos.
Desde esta perspectiva, no hay un “yo” separado del contexto. Somos con otros. Somos con nuestras circunstancias. Somos en la historia que nos contamos. Y esa forma de “estar en el mundo” moldea nuestras decisiones, nuestras emociones y nuestras acciones.
No vemos el mundo como es, sino como somos
Tu forma de estar en el mundo condiciona tu forma de interpretar lo que te pasa.
Por ejemplo:
Si te ves como alguien que “siempre se equivoca”, cualquier error te confirmará esa identidad.
Si estás instalado en el “no tengo tiempo”, todo lo nuevo aparecerá como una carga.
Si crees que la vida es lucha, cada conversación puede parecer un combate.
Lo importante es que muchas veces no somos conscientes de esas lentes con las que miramos la realidad. Están tan integradas en nuestro lenguaje, emociones y cuerpo que las damos por normales. Pero no lo son: son interpretaciones, y eso significa que pueden cambiarse.
Un caso real: María y la autoexigencia
María, una consultante de 36 años, llegó a consulta con una sensación constante de insatisfacción, aunque todo “parecía ir bien”. Su trabajo era estable, tenía pareja, buena salud… pero algo dentro de ella sentía que no estaba viviendo plenamente.
En su caso, el cambio comenzó cuando vio que su forma de estar en el mundo era desde la autoexigencia constante. Todo lo interpretaba como una obligación. Incluso el descanso era algo que tenía que “ganarse”.
A través del coaching ontológico, empezó a reconocer y cuestionar ese patrón. Empezó a habitar su vida desde la posibilidad y el permiso. Hoy toma decisiones con más ligereza, se permite disfrutar más del presente y actúa desde un lugar mucho más conectado consigo misma.
¿Cómo se transforma nuestra forma de ser en el mundo?
Desde el coaching ontológico, trabajamos precisamente en eso: en hacer visible tu forma actual de estar en el mundo, para que puedas cuestionarla y transformarla.
Esa transformación ocurre cuando:
Identificas las creencias y juicios que sostienen tu forma actual de vivir.
Aprendes a observar tus patrones emocionales y cómo se conectan con tu lenguaje.
Te das cuenta de qué posibilidades estás descartando sin darte cuenta.
Te abres a nuevas formas de hablar, sentir y moverte.
No se trata de “arreglar” nada, sino de ensanchar tu forma de ser en el mundo. De elegir nuevas formas de relacionarte contigo, con los demás y con lo que te rodea.
Ejercicio práctico: una mirada desde ti
Te propongo un ejercicio simple pero potente.
Piensa en una situación reciente que te haya generado malestar o frustración. Y respóndete con honestidad:
¿Qué interpretación hice de lo que pasó?
¿Desde qué emoción estaba mirando esa realidad?
¿Qué otra forma de estar en el mundo sería posible ahí?
No busques “la respuesta correcta”. Solo abre un espacio de observación. A veces, con mirar desde otro ángulo, ya empieza el cambio.
¿Por qué esto importa?
Porque si no revisas tu forma de ser en el mundo, seguirás viendo siempre las mismas opciones. Cambiará el entorno, pero tú seguirás reaccionando igual. Y eso te puede llevar a repetir frustraciones, sentirte estancado o vivir con resignación.
Cuando amplías tu forma de estar en el mundo, se abren nuevas posibilidades. Donde antes había miedo, ahora hay curiosidad. Donde había resistencia, ahora hay aprendizaje. Donde había cierre, ahora hay conversación.
“Tu realidad cambia cuando cambias desde dónde la miras.”
En EM Coaching trabajamos contigo para que descubras esas formas de habitar el mundo que hoy te limitan… y puedas dar paso a otras más alineadas con quien realmente eres.
Si algo de lo que has leído hoy resuena contigo, quizás este sea un buen momento para dar un pequeño paso.
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