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Los monos de Harry Harlow



Los experimentos de Harry Harlow con monos rhesus son un recordatorio poderoso de lo que todos necesitamos: sentirnos queridos y protegidos. Su trabajo demostró que el apego no tiene tanto que ver con lo que nos dan, sino con cómo nos hacen sentir.


El experimento que lo cambió todo

Harlow puso a prueba algo que damos por sentado. Creó dos madres artificiales para sus monos: una hecha de alambre que les daba leche y otra cubierta de tela suave que no ofrecía alimento, pero sí calor y consuelo.

¿El resultado? Los monos se aferraban casi todo el tiempo a la madre de tela, buscando su calor y protección, y solo iban a la de alambre cuando tenían hambre. Esto nos dice mucho: no solo necesitamos cubrir lo básico, también buscamos sentirnos seguros y queridos.


Lo que realmente importa

Cuando los monos tenían miedo, siempre corrían hacia la madre de tela. Ese gesto, tan simple, demuestra algo enorme: el contacto y el consuelo son fundamentales para sentirnos bien, incluso más que las necesidades físicas.

Y aquí está la pregunta que nos deja pensando: en nuestra vida, ¿cuánto valoramos ese tipo de seguridad emocional? ¿Cuánto la damos a los demás?


Lo que esto significa para nosotros

El trabajo de Harlow nos invita a mirar nuestras relaciones humanas. Porque, al final, todos necesitamos lo mismo: un espacio seguro donde sentirnos aceptados, cuidados y valorados.

Pensemos en cómo tratamos a quienes nos rodean. ¿Estamos creando un ambiente donde se sientan protegidos y queridos? Y, al mismo tiempo, ¿estamos buscando ese tipo de conexión para nosotros mismos?


Preguntas que nos mueven

¿Estás dando y recibiendo el afecto que necesitas?

¿Cómo puedes ser un lugar seguro para alguien más?

¿Cuándo fue la última vez que te detuviste a valorar una caricia, un abrazo o una palabra de consuelo?

¿Qué cambios podrías hacer hoy para fortalecer tus relaciones?

A veces no pensamos mucho en estas cosas, pero tal vez es momento de hacerlo. Porque el afecto y la seguridad no son solo «bonitos de tener», son esenciales para vivir plenamente.

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