¿Quién soy yo? La pregunta que te persigue
Seguro que alguna vez te has preguntado: ¿quién soy realmente? Es una de esas preguntas que aparecen en momentos clave de la vida, cuando sentimos que algo no encaja, cuando cambiamos de etapa o cuando el mundo nos obliga a replantearnos cosas.
Algunas personas creen que hay un «yo» verdadero, una esencia que nos define y que solo tenemos que descubrir. Otras piensan que no hay nada fijo, que nos vamos construyendo sobre la marcha. Entonces, ¿qué pasa con nuestra identidad? ¿Es algo que encontramos o algo que creamos?
Derrida y la idea de que el «yo» no es fijo
Jacques Derrida, un filósofo francés del siglo XX, decía que muchas de las cosas que damos por sentadas —incluyendo nuestra identidad— en realidad son construcciones sociales y lingüísticas. Es decir, el «yo» no es algo estable ni fijo, sino más bien una historia que nos contamos a nosotros mismos y que va cambiando con el tiempo.
Si piensas en tu «yo» de hace cinco o diez años, probablemente no sea exactamente el mismo de hoy. Has cambiado de opinión sobre muchas cosas, has aprendido, has vivido experiencias que te han transformado. Entonces, ¿cuál de todos esos «yo» es el verdadero?
Derrida proponía que no hay una esencia única ni un núcleo fijo de identidad. Más bien, nos construimos a través de nuestras experiencias, nuestras relaciones y, sobre todo, el lenguaje que usamos para describirnos.
¿Qué significa que el «yo» sea una construcción?
Si el “yo” no es algo fijo, entonces, ¿qué somos? Buena pregunta. La respuesta más sencilla es: somos un proceso en marcha. No hay un manual de instrucciones sobre quiénes debemos ser, y lo que hoy nos define, mañana puede cambiar.
Piénsalo un momento. Vuelve a pensar quién eras hace 5 o 10 años. Has cambiado con lo que has aprendido, con las experiencias que has vivido, con las personas que han pasado por tu camino.
Y lo más interesante es que este cambio no ocurre solo a nivel interno, sino que también depende del contexto. No nos comportamos igual con nuestra familia que con nuestros amigos o en el trabajo. No es que seamos falsos, es que adaptamos nuestra identidad a cada situación.
Entonces, ¿hay algo en nosotros que nunca cambia? Quizá sí: algunos rasgos profundos, ciertas inclinaciones o valores que nos acompañan siempre. Pero incluso esos aspectos pueden evolucionar con el tiempo. El problema es que muchas veces nos aferramos a una versión antigua de nosotros mismos solo porque nos resulta familiar. Y aquí es donde entra en juego el lenguaje.
El papel del lenguaje en nuestra identidad
No solo somos, sino que nos contamos quiénes somos. Y eso tiene un impacto enorme.
Las palabras que usamos para describirnos construyen nuestra identidad. No es lo mismo decir “Soy malo para hablar en público” que decir “Estoy aprendiendo a expresarme mejor frente a la gente”. En el primer caso, te encasillas en una versión rígida de ti mismo. En el segundo, te das permiso para cambiar.
Nuestro diálogo interno moldea la forma en la que nos vemos. Si todos los días te repites que “no vales para esto” o que “siempre te sale todo mal”, terminas creyéndolo. Pero si empiezas a cambiar esas frases, aunque sea un poco, algo se mueve dentro de ti.
Derrida nos dice que el significado de las palabras nunca está totalmente cerrado. Siempre hay espacio para reinterpretar, para encontrar nuevas formas de decir y de ser. Y eso también se aplica a nosotros mismos. Si la historia que te cuentas sobre quién eres no te ayuda, ¿por qué no empezar a contar otra?
¿Qué historia te estás contando?
Si nuestra identidad es una historia en constante cambio, la gran pregunta es: ¿qué historia te estás contando hoy sobre ti mismo? ¿Es una historia que te impulsa o una que te limita?
Te invito a reflexionar sobre ello y, si sientes que es momento de escribir una nueva versión de ti, empieza por cambiar las palabras con las que te defines. Al final, no somos lo que encontramos, sino lo que creamos.
Si quieres profundizar en este proceso y trabajar en la construcción de una identidad más alineada con lo que deseas, puedes agendar una sesión de coaching conmigo. Juntos podemos explorar qué historia te estás contando y cómo transformarla. Reserva tu cita aquí.
Referencias y recursos recomendados
📚 Libros:
La escritura y la diferencia – Jacques Derrida: Para profundizar en la deconstrucción y el papel del lenguaje en la identidad.
El yo narrativo – Paul Ricoeur: Un enfoque filosófico sobre cómo construimos nuestra identidad a través de relatos.
Cuando digo sí, quiero decir no – Derrida en diálogo con otros pensadores sobre identidad y lenguaje.
🎬 Películas y series:
Mr. Nobody (2009) – Una película que juega con la idea de múltiples versiones del «yo».
Eternal Sunshine of the Spotless Mind (2004) – ¿Qué pasa con nuestra identidad si nuestros recuerdos cambian?
🎥 Documentales:
The Century of the Self (2002) – Explora cómo la psicología y el marketing han moldeado nuestra percepción del “yo”.
Examined Life» (2008) – Un recorrido por diferentes filósofos hablando sobre identidad y existencia.
Lo and Behold, Reveries of the Connected World (2016) – Sobre la relación entre identidad y tecnología.

A través del coaching ontologico te acompaño a gestionar las crisis existenciales de la mediana edad para que puedas llevar la vida que realmente quieres sin tener que romper con tu vida actual ni hacer cambios drásticos. Más información.