Nos comparamos con los demás, en todo. Claro, ¿cómo podrías evaluarte a ti mismo sin tener un marco de referencia? Es natural elegir a personas que consideras similares a ti para hacerlo.
Compararse te da una idea de dónde estás en relación a los demás y marcar así tu propia pauta. Pero es solo eso, un marco de referencia totalmente relativo que sirve para definir los puntos que podrías mejorar o realizar de forma diferente.
Eso si, compararte con los demás te puede indicar donde estás para saber si estás progresando, pero nunca te podrá contestar a preguntas como quién quieres ser ni lo que realmente es importante para ti y para tu bienestar.

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