«Siempre fracaso en lo que intento.»
«Siempre termino con parejas que me hacen daño.»
«Siempre me pongo nervioso al hablar en público.»
Detente un momento. ¿Realmente es «siempre»? ¿No ha habido ni una sola vez en la que las cosas hayan sido distintas? ¿Estás seguro?
La palabra «siempre» encierra una sentencia absoluta, una prisión mental en la que te metes sin darte cuenta. Te hace creer que no hay alternativa, que estás condenado a repetir los mismos errores y limitaciones una y otra vez.
Pero, ¿es cierto que «siempre» ocurre lo mismo o es una historia que te cuentas?
El «siempre» y la trampa del automatismo
Cuando usas «siempre», activas un automatismo que te aleja de la libertad. Te colocas en el papel de espectador de tu propia vida, sin darte la oportunidad de actuar de forma diferente.
El «siempre» es una trampa porque:
Te hace generalizar en exceso. Conviertes una experiencia concreta en una verdad universal.
Refuerza creencias limitantes. Si crees que «siempre» fracasas, cada pequeño error reafirmará esa creencia.
Te impide ver las excepciones. Quizá una vez lograste hablar en público con seguridad, pero tu mente lo descarta porque no encaja con la historia del «siempre».
Pongamos un ejemplo: Sientes que «siempre eliges mal a tus parejas». Al pensar así, caes en un sesgo de confirmación: te fijas solo en lo que esperas previamente que va a suceder, ignorando los demás aspectos de la otra persona o de la relación. Además, esta creencia te hace ver las relaciones como algo que ya viene prefabricado, en lugar de entender que se construyen con el tiempo y el esfuerzo mutuo. Mientras sigas atrapado en esta narrativa, te resultará más difícil desarrollar relaciones sanas y satisfactorias. Este sería un buen momento para resituarse ante tu realidad y volver a mirarla de otra forma.
Cuestionando el «siempre»
Para desmontar esta trampa mental, prueba estos tres pasos clave:
1. Identifica tus «siempres»
Presta atención a las frases en las que usas «siempre» y cuestiónalas: ¿Realmente ocurre el 100% de las veces? ¿No hay ninguna excepción? La mayoría de las veces, encontrarás que sí.
2. Cambia el lenguaje para abrir nuevas posibilidades
Sustituye el «siempre» por algo más realista y flexible.
«Siempre me pongo nervioso en reuniones» → «A veces me pongo nervioso, pero en otras ocasiones me he sentido más seguro.»
«Siempre fracaso» → «Algunas veces no he obtenido el resultado que esperaba, pero en otras sí he logrado mis objetivos.»
3. Busca evidencias contrarias
Piensa en momentos en los que actuaste de forma diferente a lo que el «siempre» te hace creer. Esas experiencias existen y pueden ayudarte a desmontar esa creencia limitante.
La historia que te cuentas define tu mundo
El «siempre» es solo un ejemplo de cómo nos contamos historias sobre nosotros mismos para estructurar la realidad y sentirnos seguros. Necesitamos certezas porque nos dan una sensación de control sobre el mundo y nos permiten anticipar lo que vendrá. Sin embargo, estas mismas narrativas pueden convertirse en prisiones invisibles.
Frases como «nunca», «esto es así», «yo soy de esta manera» cumplen la misma función: te ayudan a interpretar el mundo, pero también te encierran en patrones rígidos que te impiden ver alternativas. Como decía Jean-Paul Sartre: «No somos lo que nos ha pasado, sino lo que elegimos ser». Viktor Frankl también señaló que «entre el estímulo y la respuesta hay un espacio, y en ese espacio reside nuestra libertad».
Ese espacio es donde puedes cuestionar tu narrativa, ampliar tu mirada y recuperar la posibilidad de elegir quién eres y cómo quieres vivir. Si hasta ahora te has contado una historia que te limita, recuerda que puedes reescribirla en cualquier momento.
El lenguaje crea tu realidad: ¿Listo para cambiarla?
Si sientes que estás atrapado en un «siempre» que te limita, el coaching ontológico puede ayudarte a cambiar la forma en que interpretas la realidad.
Te invito a una sesión gratuita donde exploraremos juntos cómo transformar esas trampas mentales en oportunidades de crecimiento.
📍 C/ Ruiz de Padrón, 18, Santa Cruz de Tenerife
📞 WhatsApp: 822.042.017 (click para enviar whatsapp)
✉️ Email: consulta@efrenmorales.es
Recuerda: nada es «siempre». Todo puede cambiar cuando decides mirarlo de otra manera.

A través del coaching ontologico te acompaño a gestionar las crisis existenciales de la mediana edad para que puedas llevar la vida que realmente quieres sin tener que romper con tu vida actual ni hacer cambios drásticos. Más información.