Una forma de enfrentarte al dolor y a los problemas de la vida es pensar que eres especial y que por lo tanto tienes derecho a todo.
Fíjate en las veces en las que te convences de que eres increíble y que los demás no valen nada. Esto te lleva a creer que mereces un trato único.
Pero también puede pasar que te veas como un fracaso mientras que el resto del mundo parece perfecto, y esto también te hace sentir que necesitas un trato especial para compensar esa injusticia que la vida ha cometido contigo.
La realidad es que tus problemas no son más ni menos serios que los de los demás. Y esto no significa sean menos importantes o que deban doler menos, nada de eso.
Significa que ese empeño de «sentirte especial» como forma de lidiar con dolor no te hace nada bien, te coloca en un papel (el de víctima) que solo te lleva a la culpa, a la queja, a la frustración continua.
Todos pasamos por días grises pero también hay días de sol para todos.
Y esta es la mejor noticia porque todos podemos enfrentarnos a nuestras cosas sea cual sea el lugar donde estemos en este momento.

A través del coaching ontologico te acompaño a gestionar las crisis existenciales de la mediana edad para que puedas llevar la vida que realmente quieres sin tener que romper con tu vida actual ni hacer cambios drásticos. Más información.