A veces, somos nuestros propios peores enemigos. Queremos alcanzar una meta, mejorar en algo o dar un paso importante, pero en lugar de avanzar, nos ponemos obstáculos a nosotros mismos. Esto es lo que se conoce como autosabotaje, y aunque puede ser frustrante, entenderlo es el primer paso para superarlo.
¿Qué es el autosabotaje?
El autosabotaje ocurre cuando nuestras acciones o decisiones nos alejan de lo que realmente queremos. A menudo es inconsciente, impulsado por miedos, inseguridades o creencias limitantes que interfieren con nuestro progreso.
Señales comunes del autosabotaje
Procrastinación: Pospones tareas importantes, aunque sabes que te acercarían a tu objetivo.
Ejemplo: Sabes que deberías empezar a estudiar, pero decides primero limpiar toda la casa.
Perfeccionismo: Exiges tanto de ti mismo que nunca empiezas o terminas lo que querías.
Ejemplo: No entregas un trabajo porque sientes que no es lo suficientemente bueno.
Excusas constantes: Encuentras razones para no hacer lo que deberías hacer.
Ejemplo: “No voy al gimnasio porque no tengo la ropa adecuada.”
Miedo al éxito o al fracaso: Tienes dudas sobre si realmente mereces lo que deseas o temes no estar a la altura si lo logras.
Ejemplo: Evitas postularte a un ascenso porque piensas que no eres lo suficientemente bueno.
Relaciones tóxicas: Te rodeas de personas que refuerzan tus miedos o te alejan de tus metas.
¿Por qué nos autosaboteamos?
El autosabotaje suele estar relacionado con emociones o creencias internas que nos llevan a actuar en contra de nuestros propios intereses:
Miedo al cambio: Preferimos lo conocido, incluso si no es lo ideal, porque lo nuevo nos genera incertidumbre.
Falta de autoestima: No creemos que merezcamos el éxito o las cosas buenas.
Culpabilidad: Sentimos que no debemos brillar demasiado o dejar a otros atrás.
Protección contra el fracaso: Si no lo intentamos, no podemos fallar.
Cómo superar el autosabotaje
Reconoce tus patrones de autosabotaje
Observa tus comportamientos y pregúntate:
¿Qué estoy haciendo que me aleja de lo que quiero?
¿Qué pensamientos o miedos están detrás de estas acciones?
Conecta con tus objetivos y valores
Reflexiona sobre lo que realmente quieres y por qué. Tener claro tu propósito puede ayudarte a contrarrestar los impulsos de autosabotaje.
Ejemplo: Si tu meta es aprender algo nuevo, recuerda cómo ese conocimiento se alinea con tus sueños a largo plazo.
Enfócate en el progreso, no en la perfección
Da pasos pequeños, pero constantes, hacia tus metas. No necesitas hacerlo perfecto, solo necesitas avanzar.
Cambia el diálogo interno
Cuando surjan pensamientos como “No soy capaz” o “Voy a fallar”, cámbialos por afirmaciones más realistas y positivas:
“Estoy aprendiendo y mejoraré con el tiempo.”
“Es normal sentir miedo, pero puedo manejarlo.”
Anticípate a las excusas
Si sabes que tiendes a procrastinar o buscar excusas, planifica tus acciones y elimina posibles distracciones antes de que surjan.
Ejemplo: Deja lista tu ropa de ejercicio la noche anterior para evitar la excusa de no estar preparado.
Busca apoyo
Hablar con alguien de confianza o un profesional puede ayudarte a identificar patrones que quizás no veas por ti mismo y trabajar en estrategias para superarlos.
Reflexión final
El autosabotaje no es un signo de debilidad, sino una señal de que hay algo interno que necesita ser escuchado y trabajado. Al identificar tus patrones y entender su origen, puedes empezar a cambiar tu relación contigo mismo y avanzar hacia tus metas con más confianza. Si sientes que necesitas ayuda en este proceso, no dudes en dar el primer paso hacia el cambio.

Coach Personal. Estudiante de Grado en Psicologia (Universidad de La Laguna). Consulta Presencial en Santa Cruz de Tenerife. Te acompaño en la búsqueda de tu Plan de Acción. Información de Contacto.